lunes, 31 de marzo de 2014

Mi pequeña Galaxia

Al día de hoy ya han pasado 2 meses desde que me enteré que formarías parte de mi vida, aunque "formar parte" no es exactamente como describiría lo que realmente significas. Si lo comparamos con algún evento natural, creo que lo más cercano sería la explosión de Vesubio. Impresionante, inesperado, majestuoso y sumamente hermoso. No formas parte de mi vida, mi pequeña galaxia, tú le has dado todo un nuevo significado mi existencia. 

A pesar que fue una fiebre de 40 grados lo que me permitió conocer de ti antes que siquiera fueras lo suficientemente grande como para aparecer en una ecografía, hoy soy feliz de haberlo sabido tan pronto, me permitió evitar excesos que podrían haberte puesto en peligro. Excesos de los me veo en la obligación de advertirte siempre mientras vayas creciendo. 

Aun no puedo ver mi cuerpo cambiar y casi no puedo sentirte mover, pero te has encargado cada mañana de recordarme que estas creciendo dentro de mi, y que ya no me encuentro sola al caminar de casa al trabajo. De un manera excepcionalmente religiosa, Debo agregar. Has puesto a prueba mi resistencia de maneras en las que no imaginaba, ya no recuerdo cuando fue la última vez que tome un desayuno sin tener que correr al baño a vomitar o hace cuanto que el olor del aceite no me hace querer arrancarme la nariz. 

Hay momentos en los que no puedo creer que estés aquí, y todo parece una historia que no me termina de convencer. ¿Realmente voy a ser mamá? ¿yo?... ¿esta seguro doctor?.

Pero todo es cierto. lo comprobé ese 09 de marzo cuando apareciste en esa pantalla. Finalmente. (¡yei! bebe, creciste de 0.12 milímetros a 1 centímetro y 19 milímetros en menos de un mes). Tú papá estaba a mi lado en ese momento, y segura como nunca, que lo segundo más reconfortante que verte, fue verlo a él, ansioso y sonriente a mi lado. Estabas tan chiquito, eras una manchita de rayitas y estática que palpitaba sin preocupación en el monitor. Fue entonces que algo lleno el ambiente varios sonidos, fuertes y rápidos. "Esos son sus latidos" dijo el doc. "y eso que palpita ahí, es su corazón". Tú corazón, mi amor. Mi corazón.  No podría explicarte lo que fue eso, cada "bum" "bum" "bum" hizo todo esto realidad. Realmente estabas ahí.  En verdad, mi cuerpo era capaz de fabricar un corazón, si supieras lo irreal que es saber que hay dos corazones latiendo dentro de mi,  y que aunque yo escuché el tuyo, tú eres el único en este planeta que puede escuchar el mio. 

No paro de imaginar el día de tu nacimiento, y lo mucho que dolerá, nunca he sido buena soportando el dolor, y me han comentado las buenas lenguas, que es el dolor más fuerte y desastroso del mundo, pero que todo valdrá la pena una vez que te tenga en brazos. y ¿Sabes que? les creo totalmente. 

No se que tipo de madre voy a ser, no se si el ser madre se puede clasificar en tipos. Soy un ser humano, haciendo lo que los seres humanos hacen. Equivocarse y volver a intentarlo y presiento que lo haré mucho contigo. Aprenderemos juntos bebe, a equivocarnos e intentarlo las veces que sean necesarias.  

No puedo asegurarte que seré la mejor madre del mundo, pero si puedo jurarte que haré hasta lo imposible por que seas feliz, si bien te estoy dando la vida, no puedo vivirla por ti. Si algún día me sales con eso que yo le decía a mi mamá en mis berrinches de adolescencia, algo como: "Nadie te mando a traerme al mundo". 

La verdad es que no podría negartelo, es cierto que nadie me mando a traerte a este mundo (mundo que por más que no quisiera, esta lleno de cosas que espero nunca veas), fue mi decisión humana, el ser inmensamente feliz al verte crecer a mi lado y formar parte de tú vida. Ser tu entero universo por un tiempo... mientras tú eres y serás, mi pequeña galaxia todo lo que me queda de vida. 

Te ama y te amará por siempre. 

Mamá. 


miércoles, 24 de julio de 2013

BROKEN

                ......“Me vas a odiar después de esto”

Esas fueron tus palabras exactas, mis oídos se cerraron después de eso. Ya lo sabía, sabía exactamente que estabas diciendo a través del teléfono mientras me decía a mi misma que eso debería ser una puta pesadilla, que debía cerrar los ojos y no atender llamadas a media noche como siempre me lo advirtió mi padre. 
Pero todo era puñeteramente real. Entre el ruido de fondo y tus disculpas atropelladas por la prisa de soltarlo todo intentando no lastimarme más. Me decías que ella, te hacía sentir bien, que ella, no sabía nada, que necesitabas liberarte de mí para poder ir a por ELLA.

Curioso fue que recordara aquella manera en la que me dijiste alguna vez “yo no soy de usar esas frases tan trilladas y clichés” pero ahí estabas tú mencionando entre letras el “No eres tú, soy yo...”, claro que eres tú. Imbécil.

Tuve ganas de reír, aunque no lo creas, sentía la sangre tan por debajo de la temperatura normal y el pecho tan hueco, que la sensación de que todo se iba a la mierda me pareció curiosa en ese instante, y repito, solo en ese instante… lo que sucedió luego, no tuvo nada de curioso, ni nada que provocara risa.  NI NADA QUE QUISIERA RECORDAR.

Pero no te escribo esto para contarte lo que hice esa noche. Escribo por tu  curiosa frase del comienzo. ¿Odiarte? Realmente creías que después de eso podría odiarte. No me malinterpretes, no justifico tu cobardía al dejarme con una llamada, ni que me dijeras que era por otra que, sabe el diablo de donde salió, tampoco porque después de decirlo no me volvieras a llamar ni una sola vez. No, yo por eso solo te considero un verdadero idiota. Pero odiarte… no, no podría odiarte, y no es por cumplir ese  “Te amaré por siempre” como en alguna oportunidad ambos prometimos en un arranque de romanticismo. Si lloró tanto en este momento no es porque te odio, es porque fui feliz.  

Entonces, es que recuerdo los buenos tiempos, y lloro más… pero no te odio.

Te daría las gracias, pero no soy estúpida, no te agradezco haberme dado lo que hoy me quitas. Si fui feliz, fui egoístamente feliz. Ahora lo noto, porque si tú hubieras sido feliz, yo no estaría escribiendo esto.  Así que jodete, porque esas gracias no te las daré. Déjame algo de dignidad.

No te lloraré toda la vida, aunque ahora sienta que tengo una fuente inagotable de lágrimas. No te soñaré toda la vida, aunque últimamente amanezca con la presión en mi pecho después de verte en sueños con otra. Es horrible ¿sabes?, despertar y saber que,  oh!, efectivamente si estas con otra.

No puedo negar lo que siento por ti, no puedo dejarte de querer de la noche a la mañana, no me diste tiempo de prepararme para esto. Aunque creo que nada me hubiera preparado para esto, por el simple hecho de que no quería llegar a “esto”.

No fuiste un mal novio, a decir verdad, fuiste encantador, dulce, detallista, amoroso, gracioso y tengo claras las miradas que cruzábamos, las bromas, los besos, tengo el claro recuerdo de mi mano dibujando en tu piel desnuda frases cursis con rotulador. Recuerdo las sábanas que arruinamos. Si, esas sabanas y  las tardes que pasamos.

Me amaste en algún momento, lo sé. Lo sé muy bien, si no ¿por qué crees que estoy llorando? Sé que mucha culpa tuve en tu dimisión a la vida perfecta a mi lado, eso lo tengo claro, si no ¿por qué crees que estoy llorando?  Ahora es ella la que te tendrá para si misma, te mirará dormir y probablemente sea quien delinee tu piel con otro rotulador, con otras frases y eso me enfurece, si no ¿por qué crees que estoy llorando?

No lloro por ti… lloro por mí, porque dentro del tiempo que yo creí ser la única en tu vida, me sentí parte de algo que me maravillaba y eso ya no está más. Llamémoslo, egoísmo post-ruptura. Quiero de regreso en mi vida a ese amor que solo me miraba a mí, quiero de vuelta en mi cama a ese ser que solo me tocaba a mí, quiero de regreso en mi celular esos mensajes que solo se dirigían a mí. Aunque nunca estaré segura si era todo exclusivamente mío, yo lo sentía así.  

Pero hay algo de alivio al final de todo esto, sé que aunque ahora me hunda, algún día, volveré a creer en que el mundo es maravilloso, volveré a  despertar con una sonrisa estúpida por alguna ilusión, y pensaré en ti como un desconocido que me conoció muy bien, demasiado bien, y te extrañaré, probablemente ahí si te agradezca, pero no hoy. Se que volveré a vivir mi felicidad egoísta acompañada de un "alguien" del cual no sabré si se quedará o se marchará, o me marcharé yo, pero se que pensaré nuevamente que las sonrisas no se escaparán, que las miradas nunca serán para alguien más, que el amor no se terminará jamás..... como lo creí que era contigo



------------------------------------------------------**Un escrito para la chica que vi llorar en aquel bus**


lunes, 8 de abril de 2013

Bring Yourself Back, My Little



Existes en ese pequeño espacio en mi mente, el lugar que le dedico a mis pasatiempos  pasados de moda y a los momentos de extraña pero divertida soledad.

Pequeña, aún crees que el cielo se caerá y que si lo miras por mucho tiempo parpadeando rápido obtendrás chispitas de colores decorando el contorno de las nubes.


Aún dibujas en los bordes de los cuadernos viejos, y encuentras tácticas secretas para hacer los ojos como los quisieras tener tú. ¿Quién te enseñó a hacer películas caseras con hojas de papel? Descubriste la medida perfecta entre fantasía y fantástico, y la gozaste hasta quedar exhausta. Tal vez fue cuando dejaste los trazos y las convertiste en palabras, y ahí donde quedó aquel cuaderno de historias tuyas, se quedó un pedazo eterno de vocación.


Tengo la tierra en tu cabello que no saldrá con facilidad y la quemadura de tu pie me acompañará toda la vida, pero nada me importa menos. 

Eres feliz en mis recuerdos.  


Aun esperabas que por las noches, el sonido de los autos en algún momento fueran gruñidos de dinosaurios en busca de ti y los tuyos, ideabas métodos infalibles de escape para salvarlos a todos, en especial al nomio que dormía a tu lado, ese oso feo, amarillo y azul, que ya no tenía un ojo, se le salía el relleno y al que jamás dejabas dormir destapado por si es que al igual que tú, sentía frio.


Ya no te escapas como antes a vivir romances de almohada, aunque aún imaginas universos cada que el silencio se vuelve obligatorio.   


Lloras como sirena de ambulancia y no eres del todo adorable, pero el sentimiento te brotaba desde el alma y desde rodillas raspadas. Pensabas que morirías a causa de un meteorito colisionador, y lo único que colisionó fue el momento en el que el rojo llegó y tú y yo tuvimos que decirnos adiós.


Espero encontrarte nuevamente en futuras generaciones, no me dejes olvidarte.

jueves, 14 de marzo de 2013

...El de la Jet-Set



Coincidí con el chico de la Jet-Set, en una fecha poco memorable pero que sin duda le ofreció a esta servidora momentos inolvidables. Sus ojos cargaban algo parecido a la risa contenida por la fatiga de reír. Su paso ligero tenía un son pausado que aún hoy mantiene, como si sus pies quisieran correr sobre el momento en cámara lenta, en cámara lenta y con chispazos de glamur envueltos en su propia esfera, y chispitas de colores que se quedaban como rastro de que su ser había pisado el mismo lugar que los mortales.  

Bueno, quizá eso último era producto de mi trastocada mente, pero así es como veía su presencia efímera. Justo cuando creí que mi estupidez había alcanzado un nuevo nivel, el chico de la Jet-set comenzó a hablar, su voz, oh mierda… su voz. No eran golondrinas cantantes o afluentes de agua en una caída pacifica que decoraba los bosques vírgenes lo que esa voz me producía. Era una profunda, amable y excitante mezcla de las notas mas graves en una sola palabra pronunciada.  

El chico de la Jet-Set, tiene tres nombres además de los tres con los que lo bauticé sin que lo supiera.  Él cargaba mas historias encima, que mis libros en colección de 10 años, y mil lecciones que aun le faltaban por practicar. El chico de la Jet-Set tenía secretos que lo hacían intrigante y revelaciones que no dejaban de sorprenderme. 

El chico de la Jet-Set pasaba so Fresh, mientras que a mi me temblaban las manos y se me trababa la lengua.  Él sonreía con las mismas ganas que sonríe aquel que a pesar de saberlo todo aun es capaz de sorprenderse. 

Él chico de la Jet-set y yo compartimos un tragó con sabor a limón y a pisco una noche improvisada, él vestía de negro y yo me sentía abrumada. Él chico de la Jet-set habla mucho y no le gusta ser interrumpido, pero escucha como ninguno mientras te mira a los ojos con esa sonrisa en la mirada que se asoma en la comisura de sus pupilas  y que no se anima a salir del todo. 

Él chico de la Jet-set se adueña del lugar  al que va de manera muy discreta, y llama la atención de ojos mortales como ningún otro, aunque él no lo sepa. Él chico de la Jet-Set se autodenominó una “criatura celestial con instintos terrenales”. Él muy fanático de “Zoe” y yo una ignorante de las peores sobre el “Rocanlover”.   

Cuando habla de música es un erudito, y si por él fuera, hubiera nacido en Japón. El chico de la Jet-set tiene el alma, las manos y el carácter de un artista,  también más cambios de humor que una embarazada en su 8tavo mes. El chico de la Jet-Set se convirtió en princesa una media noche  a comienzos de octubre, y me convirtió en príncipe sin armadura ni reino.  El chico de la Jet-set me enseñó a volar mirando el techo desde una cama y a ver películas sin comer canchita.  

Mi chico de la Jet-Set Huele a noche y sabe a música…. Y no existe en el reino algo que disfrute más que a él.

sábado, 6 de octubre de 2012

"Declive"




          - Espero que el olor no te moleste… 

¿Por qué me estas mirando de esa manera?, ¿acaso creías que te dejaría fuera?, aun no entiendo tu falso recato, has pisado este lugar más veces de las que reconoces, has tocado a mi puerta en tantas ocasiones que mas de una vez me he visto tentado a no dejarte salir, y aunque últimamente te he perdido de vista, ya deberías estar acostumbrada a la idea… no puedes escapar de mi.    

Cierra la puerta con seguro, y quítate los zapatos que el escandalo de esos tacos es insoportable y lo sabes. ¿Qué esperas? ¿Acaso sigues dudando?... muy bien,  así me gusta, obediente mi pequeña sumisa. Que no te de pena… oh Mierda, hueles tan bien… 

Perdón por reír de esta manera, pero tengo que preguntar ¿tiemblas de miedo o de placer?
¿Qué diría ese pequeño enclenque tuyo ahora? Has pasado los últimos años intentando satisfacerlo, mi linda idiota, has disfrazado con cariños  hacia ese insignificante ser  tu obsesión por olvidarte de mi, ¿no es eso algo desconsiderado de tu parte?  Aun así estoy nuevamente bajo tu suave y poco coordinado tacto.

No mires el interruptor, sabes perfectamente que no encenderé la luz, siempre logro hacerte caer en luces de colores, ¿no es ese el motivo que te devolvió a mí?  Me necesitas. Ahora sujétate el cabello y siéntate…. ¡SIÉNTATE! 

Formar parte de los azulejos no es la mejor parte… pero es necesaria.
Dame un suspiro… un gemido... y uno más de esos que solo tú sabes hacer... así, oh así.

¿Arde? Solo un poco…

….

Shhh…Shhh. Estas temblando, No me gustan tus nudillos blancos. El cabello se te ha pegado al rostro y el cuello por el sudor, aunque tu cuerpo esta caliente. Es excitante lo admito, pero relájate… mi pequeña sumisa. Relájate. 

Me gusta… ese extraño sonido que haces al reír mientras, ipso facto, intentas no llorar. La bonita marca de tu yugular, y el puñetero golpeteo de la lluvia artificial.  

Tic..tic..tic.. 

Necesitas usar el inodoro, por segunda vez… 

Oh mierda... hueles tan bien.   

Tus ojos no me engañan, acabas de tener una maldita epifanía, la misma que sucede cuando sabes que la fiesta se acabara pronto, y el juego de luces te traerá nuevamente el arrepentimiento.  ¿Piensas en él? Ya no lo diferencio bien…tal vez te llegue a importar un poco.
Le mentiras nuevamente, y ¿Quién sabe? Puede que sea tu manera de dar gracias. Eres despreciable… y ahora, tu olor me agrada más. No desespero, nunca lo hago… sé que volverás.

Mi pequeña sumisa…

- espero que el olor no te moleste.”

viernes, 11 de mayo de 2012

Prohibidos: "Un poco de brillo labial"

Estuvimos caminando un buen rato sin mencionar una sola palabra. No nos tomábamos de las manos, no nos mirábamos de reojo, no teníamos la intención de volver a entablar una conversación. La de hace un rato había sido suficientemente larga, y de saber que las cosas iban a terminar de esa manera, hubiera preferido no salir de casa, ni correr a contestar el celular, ni siquiera me hubiera emocionado tanto a leer ese mensaje en el que me pedía textualmente. "Necesito verte"

No era necesario que pusiera el lugar o la hora, siempre era el mismo sitio "El Faro de Miraflores", siempre la misma hora 4 de la tarde. Puede que si nos poníamos esquisitos, incluso podría felicitarlo por cambiar el itinerario de ese día. Aunque la realidad era, que tenia ganas de partirle la ingle por lo que acababa de hacer. ¿quién se creía él, para joder con sus estúpidas palabras el lugar que había imaginado recorrería con nuestros hijos y les diría en el tono más cursi y acaramelado mientras lo tomaba de la mano, que ese era nuestro lugar? En vez de eso me quedaba sin Lugar, y lo más seguro es que también sin hijos. Pero por supuesto, no importaba ya.

La avenida Larco se me hizo interminable y el olor de la brisa marina que llegaba a esa hora de la tarde en todo el distrito de Miraflores no hacía mucho por mejorar mi humor. Tenía la piel en punta por el frío, pero si temblaba no era exactamente esa la razón. Apreté los dientes y me quite los tres hilos de cabello que se me había pegado al brillo labial. Cuanto detestaba el brillo labial, pero a él le gustaba saborearlo y quitarlo lentamente. Esa tarde sin embargo, estaba intacto y probablemente no me entrarían ganas de volver a usarlo.

Fue entonces cuando él hizo el primer movimiento, fingí no tomarle mucha importancia, no nos detuvimos.

- Ni siquiera lo intentes.. - dije sin dejar de mirar mis pisadas, mientras él se terminaba de quitar la chaqueta
- Tienes frío...- mencionó autoritariamente, casi como el adulto responsable que siempre quisó pretender ser conmigo. - póntela.
- No. - negué pero me estremecí por el viento. Él suspiró pesadamente.
- Vamos a tomar un café.  -  dijo él, parte de mi iba a extrañar su maldita manía de nunca preguntar si algo me apetecía hacer, me conocía tan bien que rara vez era necesario que lo haga.
- Me quiero ir a mi casa...
- Tenemos que hablar.. - volvió a insistir.
- No, no tenemos... - Aunque la verdad era, que solo él había hablado la hora y media que estuvimos en el Faro, yo me límite a escucharlo con los ojos clavados en todos aquellos que se lanzaban del barranco en Parapente, sin mirarlos en realidad, aunque deseando en algún rincón poder hacer lo mismo.

Guardó silencio. No volví a observar su rostro, pero sabía muy bien que sus rasgoz estaban endurecidos, tenia el ceño fruncido y la mirada fija. Una parte de mi le temia a esa mirada suya, aunque era justamente esa, de la que me enamore hace mucho, cuando era prohibido hacerlo... ¿a quien queria engañar? si aún lo era.

- Vamos a mi casa...- ordenó sin mucho tacto, levanté la mirada dispuesta a decir que no - ...No te lo estoy preguntando - dijo duramente, estaba a punto de mostrar mi indignación, pero no llegué a mucho una vez que lo ví mirarme de esa manera, casi podía ver las chispas saltar de sus ojos, no estaba molesto....estaba desesperado.
- ¿Mi tía esta ahí? - dije bajando la mirada al suelo, buscando a mi orgullo debajo de sus zapatillas.
- No, no esta, salió con tu papá al Golf - apreté los dientes, claro...no era como si de repente todo fuera a cambiar entre nosotros. 

El que él estuviera a punto de largarse a europa sin fecha de retorno, solo hacía más facil seguir con esa parodia de relación.

- Me voy a casa..- dije definitivamente y continue caminando, no había ni notado el momento en el que nos detuvimos. 

No sentí sus pasos acercarse por detras y no los esperaba, lo conocía demaciado bien, 3 rechazos de mi parte y había agotado el tope de su paciencia, él no me seguiría, es más... Él se iría. 

Detuve un taxi antes de llegar al parque Kenedy, había avanzado una calle desde donde lo dejé. No pregunté la tarifa, ya que a donde iba no estaba demaciado lejos.

Antes de cerrar la puerta, una mano la contuvo con fuerza. Levanté la mirada hacía él, más sorprendida de lo que alguna vez estuve. Se montó a mi lado en el taxi sin pedir ningún tipo de permiso.

- Llevenos al Golf  Los Incas.  - le ordenó al taxista. El cual una vez que vio que él no era un ladrón, asintió sin mencionar una palabra y comenzó a manejar.
- ¿qué haces? - le exigí sorprendida.
- No me ire a España... - dijo convencido- No, sin ti.
- ¿Porque me estas llevando al Golf?
- Vamos a hablar con ellos...les diré la verdad. - una estúpida sonrisa se formó en mi cara. 
- ¿Estas seguro?
- No creo que lo tomen bien - se encogió de hombros - después de todo no somos hermanos.
- Somos primos..
- Da igual, tarde o temprano lo aceptaran. - Acercó su rostro y sonrió de lado.
- ¿qué? -dije sabiendo muy bien lo que haría.
- Te quiero..

Bueno, puedo decir que después de ese momento, regresaron mis ganas de seguir usando brillo labial.

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¿Te gustó? No olvides dejar un comentario, no es necesario tener cuenta nos leemos pronto =)


viernes, 13 de enero de 2012

Veinte años y un día

No fue hasta que la molesta melodía comenzó a sonar, que realmente tomé conciencia de que era lo que ocurría ese día.

Traté de no pensar en ello, pero resulta inquietante mente imposible hacerlo. Si, ya tienes 20 años. me dije a mi misma esa mañana, y todo esta exactamente como lo dejé la noche anterior. Kiara durmiendo en la cama de al lado, los posters en la pared, el edredón verde enredado en mis tobillos y la jodida música del despertador que no me permitía seguir filosofando la mañana de mi cumpleaños.
tuve el vago recuerdo de la mañana de mi cumpleaños número 10, y de las mañanas de los demás años. En las cuales veía a mis padres llegar a mi habitación con una sonrisa cantando el "Feliz cumpleaños a ti", al lado de mis hermanos que parecían más zombis que gente. y bostezando coreaban la canción, aunque por dentro estén puteando el hecho de no haber podido completar el sueño. Lo sé porque yo me encontraba en la misma situación cuando los agasajados eran ellos. Pero era una tradición familiar, y había que cumplirla mientras estuviéramos juntos... pero, ya no estamos todos juntos.

Esa mañana fue distinta, no había canción de cumpleaños, no habían hermanos molestosos,  ni padres entrando por la puerta. Por un momento, quise dármelas de "oh-pobre-de-mi" pero recordé que ya no tenía 10 años, ya era adulta oficialmente desde hace 2 años, no necesitaba una canción tonta para sentirme mejor! y fue en ese momento que ella entró.Tuve el acertado impulso de fingir que seguía durmiendo. La escuche entrar despacio y casi me podía imaginar la sonrisa en su rostro, se acerco a mi y me dio un beso en la frente y comenzó a tararear la canción de cumpleaños. Volví a fingir, pero estaba vez que despertaba. me trague el bicho inútil que se había formado en mi garganta. 
-Feliz Cumpleaños mi amor! - fue lo que me dijo, mientras yo le hacia un espacio a mi lado.
- gracias mami! - le conteste algo nostálgica mientras la abrazaba fuerte, al parecer los sonidos despertaron a Kiara y en un intento fugaz de despertarse me felicito por los 20. sonreímos al verla caer nuevamente en su almohada.  Volví la mirada a mi madre y me di cuenta que no interesaba cuantos años cumpliera, estando en sus brazos volvía a tener 10 años.  estando con ella, no importaba la edad.. siempre iba a querer mi canción de cumpleaños!